Tras
la roca tu mundo se refugia,
y
así, con miedo, miras al cielo
esperando
que caiga la lluvia.
LAS
PIEDRAS DEL CAMINO
La
llanura se expande ante mil ojos,
sobre
mil cabezas levita el azul.
Si
cae la noche con su luna
yace
en la senda el transeúnte.
LA
TRISTEZA
No
miran mis ojos su vuelo.
Posándose
en lo alto
por
el añil se van.
MIENTRAS
ESCUCHO A LOS KINKS
Sunny
afternoom de fondo.
El
humo del cigarrillo es una nebulosa
que
levita en torno a mí.
El
tiempo perdido
tiene
estas cosas:
el
reloj no se para
cuando
no hay senda que transitar.
EN
LO ALTO NO HAY NADA QUE DIVISAR
Más
arriba,
donde
rozan el cielo mis dedos,
mis
ojos no saben donde mirar.
No
divisa la floresta el árbol
y
cualquier anuencia
es
una vanidad que me atenaza a ti.
No
alcanza la altura los halagos
que,
desde lo profundo de la tierra,
mis
labios han enmudecido
por
ser sordas las veredas
donde
anduvo el silencio
que
a ti y a mi nos acompañaba.
No
hay más asunción
que
el ocaso: averno
donde
se marchita
la
hoja del árbol
que
el vergel nunca avistó.
SIEMPRE
SE ALBOROTAN LA MARIPOSAS EN PRIMAVERA
Vuelan
que vuelan
las
mariposas revolotean,
ingrávidas
como los días que ya se marcharon.